viernes, 9 de diciembre de 2011

Y entonces hubiera...

Hubiera podido, sí, dejar que sus manos siguieran jugando entre las mías, permitir que la abrazara fuerte contra su pecho, que sus caricias formaran sismos en mi interior, convulsiones pausadas, hubiera podido arrastrar al silencio a sus besos, permitirme la mirada penetrante, que el deseo inquisitivo de su voz me excomulgara, que nada suyo fuera inhóspito sino habitable dentro de mí.

Jolie. Todos Los Derechos Reservados.

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