Justo cuando rodeas
mis caderas y un vaivén
de besos me remueve
con aire de súplica,
de ven a mí, comprendo
que ya no existo, que soy diáfana
imagen disuelta en tus brazos,
que he transgredido las leyes de Dios
y estoy en los confines del cielo
cuando piensas que estoy contigo.
Que no te equivoques, es lo probable
porque percibo cada roce como
quien viviera con eterna sed.
Jolie. Todos Los Derechos Reservados. Foto: On Deviantart.com
1 comentario:
Así es la sed del amor; insaciable, deseable e insaciable...siempre...
Subyugas mi ojos. Te quiero, amiga.
Publicar un comentario