Un olvido más para esta noche larga
en la que te lloro.
todas infantiles,
todas doblegadas por el ruego,
todas humedecidas por mis lágrimas:
abundantes, sentidas
y sin fuerzas para arrastrar tu corazón
hacia mi orilla.
Ya conocía las reglas del juego,
y aun así me arrimé a tu abrazo
como quien se salva.
Ya tengo listas mis manos
para recoger tu ausencia.
Leyddy Dhianna Reynoso Caraballo.